Custodia de sol realizada en el siglo XIX, elaborada en metal dorado, combinando bronce y latón.
Corona la parte superior una cruz latina de brazos ilisados, en cuyo centro se destaca una cruz de filigrana de plata dorada y cristales tallados imitando piedras preciosas.
Debajo de esta cruz, un doble cuerpo formado un cerco de agudos y flameantes rayos que representan el resplandor de Cristo, y como la parte más visible, un enorme rosetón octogonal abundante en piedras preciosas, finos cincelados, calados y formas florales.
La oquedad redonda destinada a albergar la Hostia Sagrada presenta perfecto estado en el cristal y bisagra. Ajusta perfectamente, aún careciendo del pestillo de seguridad exterior. En su interior se encuentra el viril de doble cristal en perfecto estado y con leves señales de uso en el dorado.
El tallo nace de un gran nudo con forma de cilindro del que sobresalen seis apliques que también engarzan sendas piedras (carece de una de ellas). En la parte superior de este, se destacan dos ángeles de la adoración magníficamente tallados y dorados al mercurio. Dos broches y otros elementos decorativos completan su ornamentación.
La gran base que sustenta el conjunto es de forma hexagonal. Toda su superficie se recubre con repujados florales, destacándose el broche central ( con ligeros defectos en uno de sus lados) y los seis botones en forma de cúpula (uno de ellos ha pedido la piedra preciosa).
Buen estado de conservación del dorado. Estructura en perfecto estado. Todos los componentes son de origen.
Trabajo de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Medidas máximas de 64,5 cm de altura y de 28 cm de anchura en la parte superior.
La caja que alberga el viril tiene 9,8 cm de diámetro y 4,5 cm de fondo.
El diámetro del viril es de 8,3 cm.
El diámetro de la base es de 26,5 cm.
Pesa 3148 gramos.