Pequeña escudilla tradicional; bien conservada, seguramente por estar cocida dos veces.
Los esmaltes y el sustrato son los tradicionales de Talavera
La primera vez se agrietó su fondo en el horno; se rellenó la grieta con esmalte (que traspasó) y se volvió a hornear; por eso es resistente y muy brillante.
Sin embargo el sustrato posterior ha sido pocas veces lavado (está muy limpio); por lo que suponemos, que es del Siglo XIX o incluso XX.
No es una cerámica turística, es tradicional.