Estela de la diosa Hathor
Estela faraónica de la diosa Hathor tallada a mano
Material: piedra natural de lapislázuli
Medidas: 5 cm. de largo
4 cm. de ancho
1 cm. de alto
Peso: 63,4 gramos
Colección Privada
Los orígenes de Hathor se remontan a la época predinástica de Egipto, lo que significa que su culto se desarrolló mucho antes de que se estableciera la religión egipcia clásica. En sus primeras formas, Hathor era adorada como una deidad madre, asociada con la fertilidad, el amor y la maternidad. Con el tiempo, su importancia creció, y se convirtió en una figura cósmica que gobernaba el cielo, el sol y la luna.Ella era la madre de Horus, el poderoso dios halcón asociado con el faraón y la protección del reino. Además, Hathor también era vista como la esposa del dios del sol Ra, y se creía que viajaba con él a través del cielo cada día, protegiendo y guiando la barca solar.
En el antiguo Egipto, Hathor era una de las deidades más veneradas. Diosa de la música, del amor, aunque también poseedora de un lado terrible, según el mito tenía siete "manifestaciones" que asistían a los partos y podían profetizar el momento de la muerte de una persona. En los templos egipcios, una representación de estos personajes, conocida como "cofradía de las siete Hathor", llevaba a cabo rituales mistéricos en los mammisi, espacios donde tenía lugar el nacimiento sagrado.
Un grupo de siete mujeres se encuentra en el mammisi del templo dedicado a la diosa Hathor en Dendera. Este es un espacio sagrado, el ámbito donde tiene lugar el misterio del nacimiento divino. Aquí están a punto de desarrollarse los misterios de esta diosa "única y sin par en el cielo", representada por la Vaca Celeste, divinidad de la música, de la danza y del amor, que residía en un sicomoro, pero también era la diosa "soberana del Hermoso Occidente", que recibía a los difuntos que llegaban al otro mundo. Aunque tampoco era aconsejable olvidar su vertiente vengativa.
Estas siete mujeres, iniciadas en los misterios de Hathor, constituían un grupo conocido como "cofradía de las siete Hathor", llevaban los títulos de "las venerables" y también las "perfectas, bellas y ensortijadas". Al frente de ellas se encontraba una superiora, que portaba en su mano un cetro cuyo extremo tenía la forma de una umbela de papiro. Las Hathor eran siete, puesto que este era un número sagrado especialmente vinculado a la espiritualidad femenina.
Según la mitología egipcia, las siete Hathor representaban a las siete hijas de la luz divina, el dios solar Re, y entre sus cometidos se encontraba decidir la duración de la vida humana.Por ello, las siete Hathor se hallaban simbólicamente presentes en el momento del nacimiento, adquiriendo especial relevancia en el del nuevo faraón. Su función principal, así, consistía en ahuyentar el Mal, contribuir al mantenimiento de la armonía y proteger los nacimientos.
Stele der Göttin Hathor
Handgeschnitzte pharaonische Stele der Göttin Hathor
Material: natürlicher Lapislazuli-Stein
Maße: 5 cm. lang
4cm. Breit
1cm. Hoch
Gewicht: 63,4 Gramm
Privatsammlung
Hathors Ursprünge reichen bis ins prädynastische Ägypten zurück, was bedeutet, dass sich ihr Kult lange vor der Etablierung der klassischen ägyptischen Religion entwickelte. In ihren frühen Formen wurde Hathor als Muttergottheit verehrt, die mit Fruchtbarkeit, Liebe und Mutterschaft in Verbindung gebracht wurde. Mit der Zeit wuchs ihre Bedeutung und sie wurde zu einer kosmischen Figur, die den Himmel, die Sonne und den Mond beherrschte. Sie war die Mutter von Horus, dem mächtigen Falkengott, der mit dem Pharao und dem Schutz des Königreichs verbunden war. Darüber hinaus galt Hathor auch als die Frau des Sonnengottes Ra und soll jeden Tag mit ihm über den Himmel gereist sein, um das Sonnenboot zu beschützen und zu führen.
Im alten Ägypten war Hathor eine der am meisten verehrten Gottheiten. Göttin der Musik und der Liebe, obwohl sie auch eine schreckliche Seite besaß. Dem Mythos zufolge hatte sie sieben „Manifestationen“, die Geburten begleiteten und den Moment des Todes eines Menschen vorhersagen konnten. In ägyptischen Tempeln führte eine Darstellung dieser Charaktere, bekannt als „Bruderschaft der sieben Hathoren“, mysteriöse Rituale in den Mammisi durch, Räumen, in denen die heilige Geburt stattfand.
Eine Gruppe von sieben Frauen steht in der Mammisi des der Göttin Hathor gewidmeten Tempels in Dendera. Dies ist ein heiliger Raum, der Bereich, in dem das Geheimnis der göttlichen Geburt stattfindet. Hier entfalten sich die Geheimnisse dieser „einzigartigen und unvergleichlichen Göttin im Himmel“, dargestellt durch die Himmlische Kuh, Gottheit der Musik, des Tanzes und der Liebe, die in einem Bergahornbaum residierte, aber auch die Göttin „Herrscherin des schönen Westens“ war „, der den in der anderen Welt angekommenen Verstorbenen empfing. Allerdings war es auch nicht ratsam, seine rachsüchtige Seite zu vergessen.
Diese sieben Frauen, die in die Mysterien von Hathor eingeweiht wurden, bildeten eine Gruppe, die als „Bruderschaft der sieben Hathoren“ bekannt ist. Sie trugen die Titel „die Ehrwürdigen“ und auch die „Vollkommenen, Schönen und Lockigen“. Vor ihnen stand eine Oberin, die in der Hand ein Zepter trug, dessen Ende die Form einer Papyrusdolde hatte. Die Zahl der Hathoren betrug sieben, da dies eine heilige Zahl war, die besonders mit der weiblichen Spiritualität verbunden war.
Der ägyptischen Mythologie zufolge stellten die sieben Hathoren die sieben Töchter des göttlichen Lichts, des Sonnengottes Re, dar und zu ihren Aufgaben gehörte es, über die Dauer des menschlichen Lebens zu entscheiden. Daher waren die sieben Hathoren zum Zeitpunkt der Geburt symbolisch anwesend und erlangten etwas Besonderes Relevanz in der des neuen Pharaos. Seine Hauptfunktion bestand also darin, das Böse zu vertreiben, zur Aufrechterhaltung der Harmonie beizutragen und die Geburten zu schützen.