Excepcional y espectacular trabajo bordado a mano en hilo de oro por Dolores Ebro año 1874. Si existe alguna forma de expresar o definir la perfección de una obra o trabajo sin hablar, a través de la mirada, esta obra es un claro ejemplo. Grandes dimensiones, con un nivel de detalle sorprendente. La expresión de nuestra madre de Guadalupe, sus manos y, así mismo, los rasgos del querubín nos hacen tomar conciencia de la fe que procesaba Dolores a nuestra madre de Guadalupe. Poner precio a una obra de estas características... .
Largo: 87 cm. Ancho: 63,5cm.