Extraordinaria tazza en bronce dorado, diseñada por Ferdinand Levillain (1837-1905).
Posee una bella ornamentación en relieve, destacando la zona central en la que se ve a Ganímedes escanciando vino a Zeus. Enmarcando esta escena hallamos numerosas hojas de vid y la efigie de Baco.Todo un homenaje a los placeres de la vida.
A destacar también el precioso pie sobre el que se sustenta, con diversas molduras y trabajado con el estilo depurado propio del siglo XIX.
Este tipo de tazzas eran comunes como elementos decorativos en interiores elegantes, tanto para exhibirlas en salones como para servir frutas o dulces en ocasiones especiales.
La tazza tiene un diámetro de 33 cms., y mide 17'5 cms. de altura.
Su estado de conservación es excelente, si bien el bronce presenta algunas pequeñas manchas, acordes al uso y antigüedad.
Coste del envío a Península: 8 euros (certificado y asegurado). Para otros destinos, se ruega consultar.
Ferdinand Levillain (1837-1905) estudió con el escultor Jouffroy (1806-1882), antes de debutar en 1861 en el Salón de Artistas Franceses, donde siguió exponiendo hasta 1903. En la Exposición Universal de París de 1867, fue elogiado por una copa de bronce de estilo neogriego que realizó para la firma Blot y Drouard. Sin embargo, no se hizo realmente famoso hasta 1871, gracias a su asociación con el gran fundidor de bronce Ferdinand Barbedienne, que comenzó a exponer en sus stands lámparas, copas, jarrones y candelabros de estilo neogriego. Levillain triunfó abrumadoramente en la Exposición Universal de París de 1878, donde recibió por unanimidad la medalla de oro por sus creaciones de estilo clásico. El célebre fundidor de bronce Servant (1828-1890) declaró en el informe del jurado de Bronces Artísticos que las obras de Levillain « cinceladas como las más finas joyas “ y ” tan diversas y puras de forma (...) son del más alto grado de perfección ». Tras recibir una medalla de primera clase en el Salón de 1884 por una copa titulada «Los elementos, los meses y las estaciones», Ferdinand Levillain obtuvo una medalla de plata en la Exposición Universal de París de 1889.