Placa realizada en porcelana para publicidad de la marca Lladró. Emblema o logotipo original.
Ideal para lucir en una vitrina en la que se expongan diversas piezas de dicha marca.
En la base se halla, de forma incisa, el código F02 A.
Mide 9'4 cms. de ancho x 6 cms. de alto.
Su estado de conservación es EXCELENTE.
Coste del envío a Península: 5 euros (certificado y asegurado). Para otros destinos, se ruega consultar.
Dispongo de otra placa publicitaria de la marca NAO (Grupo Lladró), cuyo número de lote es el 541665402.
En 1967 los hermanos Lladró adquieren una pequeña fábrica de porcelana cercana a la ciudad de Valencia (España) y en ella comienzan a trabajar con los mejores artesanos locales. Es el nacimiento de un nuevo estilo, para el que se forma a la plantilla y que da lugar a unas primeras creaciones comercializadas bajo el nombre de ROSAL. De acuerdo con los estándares actuales, el modelado de estas figuras puede parecer menos sofisticado, pero son creaciones rebosantes de encanto e inocencia, características que han sido muy cuidadas en su desarrollo posterior.
ROSAL desarrollaba unos temas que se mantendrían con la evolución de la marca: una vida llena de romanticismo en un tiempo idílico e indefinido.
Con el éxito de la nueva marca, el siguiente paso llegaría en 1975. La colección fue renombrada como ZAPHIR y la fábrica fue trasladada a unas nuevas instalaciones, con amplios talleres diseñados con miras a un futuro de crecimiento y expansión. Las creaciones de ZAPHIR eran más estilizadas y trataban una mayor variedad de temas, el resultado natural de la maestría en el trabajo con porcelana que iban adquiriendo los todavía jóvenes artesanos.
En Estados Unidos la marca se extendió rápidamente, confirmando su desembarco internacional, lo que llevó a los hermanos Lladró a buscar otro nombre comercial y a trabajar para asentarse en otros países. NAO debe su nombre a los antiguos veleros de la época colombina, simbolizando un viaje de vuelta a los orígenes, portando creatividad, acierto y magia. Así se cumpliría el sueño de los hermanos: elaborar figuras de porcelana asequibles para todos los amantes de la belleza.
Hoy en día, el pequeño taller que compraron los hermanos Lladró es una empresa en la que trabajan diariamente cientos de artistas, cuyos productos se venden en todo el mundo.