Salerito saleroso, de las profundidades de la imaginación y con un estilo enfocado al buen gusto, nos llega esta pequeña obra de arte que transforma la mesa en un componente, a la vez que serio divertido, para sazonar las buenas costumbres junto con los platos. Aunque tiene un pequeño sello que confunde su realización posiblemente sea de plata, o al menos en un alto porcentaje ( se ha tratado con lejía y dá positivo en plata ) y los ojos son pequeños granates rubí tallados en cabujón.