Conviene que se vacíe el aceite que lubrica eje y casquillo, limpiando bien ambos para que no queden restos que podrían reaccionar con el aceite nuevo y descomponerlo, y que luego se ponga el aceite (nunca aceite comestible, que se descompone pronto y deja residuos pegajosos), como el de máquina de coser o similar: requiere poca cantidad, ya que no hay casi espacio libre entre eje y casquillo.