El aparentemente eterno malote, que a esas alturas debe de estar viviendo de la pensión, ha trazado un extraño plan para obtener ADN de su hijo, Kazuya, y facilitar así la fusión de su ADN con el de su bestia negra: Ogro. Por desgracia para el viejo antihéroe, acercarse lo suficiente a Kazuya podría resultarle un tanto complicado ya que su última desavenencia la dirimieron en el juego originario de Tekken, arrojando el padre al hijo a un volcán. La única salida consiste en preparar otra competición de Puño de Hierro con el pleno convencimiento de que Kazuya no resistirá la tentación de humillar a papi en público.
Veremos de nuevo a un elenco de caras conocidas (más un puñado de recién llegados) enfrentándose en alucinantes combates cuerpo a cuerpo celebrados en diferentes lugares de gran belleza. Los veteranos de Tekkense encontrarán a sus anchas, pero hay que contar también con ciertos cambios sutiles en el funcionamiento del juego que harán el reparto de tortas más fluido. Con el nuevo modo de desplazamiento lateral Fuerza Tekken, niveles más ajustados que obligan a usar inteligentemente el escenario y una pizca de magia gráfica de última generación, se obtiene un clásico de la lucha. Cuarto asalto... ¡A pelear!