Espejo decorativo de pared de estética veneciana, realizado en el siglo XX. Presenta un marco ovalado con bandas concéntricas de cristalitos incrustados, rematadas con pequeños motivos florales en acabado dorado envejecido. El juego de reflejos y brillos aporta luminosidad y riqueza visual, manteniendo un conjunto ligero y elegante. En buen estado general, con signos normales del paso del tiempo. Mide 70 cm de alto por 56 cm de ancho y 5 cm de profundidad, siendo una pieza versátil y decorativa, ideal como punto focal en recibidores, sobre consolas o en composiciones murales.