Condizioni del lotto:
Qualche difetto
Tiene una fractura cosida y repintada por profesional en su parte media, a causa de una caída.
Vendo cuadro costumbrista del pintor portuense Juan Lara Izquierdo, regalado por él directamente a familiar.
El cuadro de 1968 es de gran formato, más de 1'5mx80cm, y se encuentra enmarcado en un marco de madera noble en perfectas condiciones. Es un óleo sobre lienzo que representa un motivo ganadero de talante costumbrista, firmado por el pintor en su esquina inferior derecha.
Debemos deshacernos de él por motivos personales; puedo responder ante cualquier necesidad de información o más fotos.
Acepto ofertas.
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Juan Lara Izquierdo (El Puerto de Santa María, 9/5/1920-22/3/1995)
Discípulo de don Juan José Bottaro y Palmer, estudió en la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia de su ciudad natal, de la que años más tarde fue profesor de Dibujo y Pintura, directivo y, finalmente, nombrado académico en 1984. Una de las aulas de pintura de dicha academia lleva su nombre. También mantuvo contactos de aprendizaje con el pintor sevillano Rico Cejudo, así como con Francisco Hohenleiter y, de modo epistolar, con Enrique Ochoa.
Juan Lara ha pintado numerosos rincones portuenses ambientados en el siglo xix, con tipos “goyescos”.
Llegó a realizar más de quince carteles para anunciar la Feria de Primavera de su ciudad natal, así como numerosos carteles para otras festividades taurinas, lúdicas e innumerables ilustraciones para revistas.
Dio con su testimonio un rotundo mentís a quienes proclaman “que nadie es profeta en su tierra”. Porque en ningún artista de El Puerto, o, mejor, en ninguna obra de artistas de El Puerto, se encuentra una mayor fidelidad a sus raíces. A él se debe el que se puedan contemplar, trasladados a sus lienzos, los artísticos e históricos edificios —algunos desgraciadamente desaparecidos y otros en trance de desaparecer— que conforman el conjunto monumental de El Puerto de Santa María.
La pintura de Juan Lara supera la realidad misma como si fuese un mágico espejo transfigurador. Transfiguración y no apartamiento de la realidad. Pinta la realidad como la ve, o mejor dicho, como desearía verla. Su pintura rebosa nostalgia y logra embebernos con la fantasía de los mágicos recuerdos del pasado, porque él debió haber nacido, o hubiera querido nacer, en el rico y apasionante siglo xix.
Otro aspecto a destacar en la plástica de Juan Lara es que participa —como su admirado Pérez Galdós en la literatura— en el intento de desmitificar la visión personalista de nuestra historia y cultura, trasladando el protagonismo, dentro de sus lienzos, al personaje popular y anónimo. Ya que en su obra se refleja un marcado interés por la gente sencilla, a lo que ha contribuido, sin duda, su educación callejera y el trato y conocimiento de los tipos populares, que han sido la fuente y el origen de sus telas.
En 1968 ilustró la portada, dibujos interiores, viñetas y letras capitulares de la obra Plaza Real, de Manuel Martínez Alfonso.
Desde 1971 viajó hasta en ocho ocasiones a México, donde expuso su obra, con temas monográficos, tales como La ruta de la independencia, Mercadillos mejicanos, Pueblos blancos andaluces, Los pueblos rosas mejicanos, La charrería, etc. También llegó a exponer en San Diego (Estados Unidos). Muchas de sus obras se conservan en la Fundación Cultural Domecq (México), además de en muchas colecciones particulares de aquel país. A comienzos de la década de 1980 fue galardonado con la Espuela de Oro, máxima presea de los charros de México. Se cree que México ha llegado a representar para Juan lo que en otra época significó Marruecos para los pintores románticos.
Marcha a Marruecos en 1981, visitando distintas poblaciones del país alauita, lo que le inspiró para una exposición, de temas árabes, celebrada al año siguiente.
En 1984 fue nombrado académico de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia de El Puerto de Santa María. Una exposición retrospectiva mexicana se celebró en 1991, organizada por la casa Domecq y la Federación Nacional de Charros.
En su ciudad natal se le honró poniendo su nombre a un instituto de enseñanza secundaria y a una calle.
En 2007 se celebró una exposición antológica en el Centro Cultural Alfonso X el Sabio, de El Puerto de Santa María.
En la obra de Juan Lara se da una inspiración en el concepto y una maestría en el oficio. Basta comprobar su visión romántica de las ciudades andaluzas, con esa ejecución vigorosa, desembarazada y resuelta, llena de vida y lozanía. En todas sus obras hay esos toques felices, esos arranques de genio y gracia que cautivan la vista.
No parece exagerado calificar muchas de sus obras como obras maestras. Juan Lara fue considerado un clásico en vida.