Álbum debut homónimo de la cantante británica Birdy, lanzado en 2011. El álbum incluye una colección de versiones de canciones de artistas como Bon Iver, The xx y Fleet Foxes, así como material original. Con su distintiva voz y arreglos minimalistas, Birdy ofrece interpretaciones conmovedoras y emotivas de estas canciones, creando una atmósfera íntima y melancólica. Este álbum marcó el inicio de la exitosa carrera de Birdy y estableció su reputación como una talentosa intérprete y compositora.