Cuando a mediados de los años 80, la explosión de la moda Punky significaba una contracultura hacia todo el sistema establecido, estas pulseras, que originariamente pertenecían al medio agrícola para atar las cabras en el campo, se pusieron de moda y uso en aquellas chicas que tenían el coraje y divertimento como para lucirlas con gracia y estilo en su contexto.