Barcelona, RBA Editores, 1993. Tapa dura, 13 x 21 cm, 416 pp. La ciudad del título, mágica y pintoresca, es Barcelona, verdadera protagonista de esta novela llena de amenidad e inventiva. Es un relato a caballo entre la picaresca y la mítica, asistimos a la impresionante transformación de la ciudad entre las exposiciones universales de 1888 y 1929. Onofre Bouvilla, un escalador nato, es el maestro de ceremonias de esta fiesta literaria en la que se convoca a Rasputín, los zares, la emperatriz Sissí, Mata Hari y hasta un platillo volante