El hambre. Michel Cépède y Hugues Gounelle. Ed. Oikos-Tau. 1ª Ed. 1970.

El hambre. Michel Cépède y Hugues Gounelle. Ed. Oikos-Tau. 1ª Ed. 1970.El reciente desarrollo, aunque no afecte en absoluto a las constantes del problema del hambre, ha sido tal, que nadie es capaz de realizar en solitario su estructuración sistemática. Cada uno de nosotros ha tomado a su cargo una de las dos partes del presente estudio, asegurando la coherencia, así como la síntesis, en estrecha cooperación con su colaborador. A pesar de que, según Buda, «El hambre y el amor constituyen el germen de toda la historia humana», nuestros conocimientos sobre dichos fenómenos esenciales son muy recientes. Por otra parte, el exceso de producción de alimentos es una realidad admitida, y el limite evidente del consumo de los mismos una explicación suficiente a la inelasticidad de la demanda de productos sobreabundantes. Precisamente, fue en el momento más grave de la crisis económica de los años treinta cuando los dietéticos provocaron un escándalo en la Sociedad de Naciones, afirmando que los pobres, las clases pobres de los países ricos y los individuos de las clases medias de los países pobres, no se alimentaban suficientemente en calidad y en cantidad como para asegurarse una buena salud, es decir, que padecían hambre.Los dietéticos se encontraron entonces en primeralínea del combate más viejo que libra la humanidad. Con el apoyo de algunos funcionarios internacionales, especialmente por Rajchman, se reunieron con los representantes obreros y con algunos «agricultores» en la Oficina Internacional del Trabajo. De este modo, se consumó el «maridaje de la agricultura y de la alimentación», de donde debía nacer, años más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida bajo el nombrede FAO (Food and Agriculture Organization).Algunos dietéticos comprendieron todas las consecuencias socioeconómicas de sus afirmaciones. Uno de ellos, John Boyd Orr, publicó en 1936 el primer tratado de economía alimenticia, bajo el revelador titulo Food, Health and Income («Alimentación, Salud y Renta»). Para medir las proporciones que el fenómeno del hambre adquiere en el mundo moderno, propusieron que la Sociedad de Naciones realizase la primera encuesta mundial sobre la alimentación (1934-38). Según la encuesta, dos hombres decada tres pasan hambre. Fue un descubrimiento que provocó un nuevo escándalo. No obstante, para muchos pueblos la obtención de alimentos es una actividad que, aún en nuestros días, ocupa todo el tiempo y todo el pensamiento. Solamente una fracción reducida de la humanidad se ha podido liberar del espectro del hambre, y la experiencia de la Segunda Guerra Mundial demostró la precariedad de las garantías existentes.