Síntes Zamanillo, María: La ciudad: una revolución posible, Junta de Castila y León, 2000, Rústica, 26x23, 202 pág
'La ciudad, como hábitat característico -y ya hoy, mayoritario- del ser humano, no podía quedar al margen de una colección cuyo título es, precisamente, Hombre y Naturaleza.
Nacidas como solución colectiva a problemas compartidos, las ciudades han devenido en generadoras de problemas de difícil solución. Lo que surgió, por así decirlo, como refugio frente a la jungla, frente a los peligros del medio natural, se ha convertido en peligro para el medio natural e, incluso, para sus propios ciudadanos. Por una parte, la jungla vegetal se ha transformado en jungla de cemento donde no es fácil la supervivencia; por otra, el coste de los recursos energéticos y materiales necesarios para mantener el crecimiento de las ciudades se hace cada día más insostenible.
No se trata de ser catastrofistas, pero tampoco de estar ciegos. Entre el catastrofismo y la ceguera es preciso encontrar el camino de las soluciones racionales, tendentes a alcanzar las fórmulas de un desarrollo presente que no se convierta en obstáculo y peligro para el desarrollo futuro.
Para conseguir el objetivo de la sostenibilidad son precisos muchos cambios de actitud. La mente y el corazón de una ciudad no son sino la suma de las mentes y los corazones de sus habitantes. Son las ideas, los sentimientos, los sueños de éstos los que hacen que la ciudad avance en uno u otro sentido. En la medida que todos comprendamos que la sostenibilidad no es una moda sino una necesidad imperiosa, en la medida que ese conocimiento nos lleve a actuar con responsabilidad, el mundo seguirá siendo un hogar habitable para las generaciones venideras.
En esa dirección y con ese objetivo, estamos seguros de que este libro -profundo y ameno como pocos en materia tan nueva y difícil- está llamado a jugar un papel fundamental en la conciencia de quienes se acerquen a sus páginas.
En tus manos, ciudadano lector, tienes la ciudad posible. De ti, como de cada uno de nosotros, depende que lo que hoy es posible sea mañana real. El tiempo se nos escapa entre los dedos, pero el futuro sigue estando en nuestras manos.'
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