GUILLERMO EL PIRATA - RICHMAL CROMPTON
Fue la segunda hija del reverendo anglicano Edward John Sewell Lamburn, pastor y maestro de escuela parroquial, y de su esposa Clara, nacida Crompton. Su hermano mayor, llamado John Battersby Crompton Lamburn, fue también escritor bajo el pseudónimo de John Lambourne, y se le recuerda principalmente por The Kingdom That Was (1931), una novela de fantasía.
Richmal Crompton acudió a la St Elphin's School para hijas de clérigos anglicanos y ganó una beca para cursar estudios clásicos de latín y griego en el Royal Holloway College, en Londres, donde se graduó de Bachiller en Artes. Formó parte del movimiento sufragista de su tiempo y volvió a St. Elphin's en 1914 para enseñar cultura y autores clásicos hasta 1917. Con 27 años, marchó a la Bromley High School al sur de Londres como profesora de la misma materia. Esto continuó hasta 1923 cuando, habiendo contraído poliomielitis, quedó sin el uso de la pierna derecha. Esto la obligaría a usar bastón.
A partir de entonces dejó la enseñanza y se dedicó por entero a escribir en sus ratos libres.
La primera historia de Crompton protagonizada por Guillermo Brown (William Brown en el original) se publicó en febrero de 1919 en Home Magazine. Su primera recopilación de relatos, titulada Just William (traducida al español como Travesuras de Guillermo), fue publicada en 1922 por la editorial George Newnes Ltd. Este personaje llegó a ser protagonista de treinta y ocho libros de relatos infantiles que componen la saga Guillermo el travieso, que Crompton escribiría hasta su muerte y con los que llegó a vender doce millones de ejemplares solo en Gran Bretaña. También escribió cuarenta y una novelas para adultos y nueve libros de relatos no juveniles, aunque no alcanzaron gran popularidad.
No se casó nunca ni tuvo hijos, aunque fue al parecer una excelente tía para sus sobrinos. A los cuarenta años sufrió cáncer de mama y se hizo una mastectomía. A pesar de sus discapacidades, durante la Segunda Guerra Mundial se ofreció como voluntaria para el Servicio de Bomberos. Murió en 1969 en el hospital de Farnborough, en el sur de Londres a causa de una parada cardíaca.
Guillermo y otras obras
Crompton es célebre por una larga saga de libros cuyo personaje central es Guillermo Brown, la viva encarnación del espíritu anárquico infantil. Se trata de relatos de un estilo deliciosamente irónico, que reproducen muy bien el habla de los niños entre once y doce años, en los que Guillermo y su pandilla, "Los Proscritos" (Enrique, Pelirrojo, Douglas, el perro "de raza revuelta" Jumble y, ocasionalmente, una niña llamada Juanita) ponen continuamente a prueba los límites de la civilización de la clase media en que viven con resultados, tal y como se espera, siempre divertidos y caóticos. Los Proscritos asisten desconcertados a un mundo que no comprenden e intentan subvertir.
El enemigo está representado por sus padres y sus hermanos mayores, Roberto y Ethel, el mundo adulto en general y los niños pijos, ultracorrectos e hipócritas como Humbertito Lane. El humor de esta saga gira en torno a la disparidad de opinión entre ambas partes, cuyas ideas respecto a lo que constituyen la educación y la conducta razonable no tienen nada en común. Otro aspecto remarcable de la serie es el primoroso estilo literario con el que está compuesta, caracterizado por una más que fina ironía y cierto costumbrismo genuinamente inglés que nos descubre una Inglaterra de cottages con cobertizos, pérgolas, té a las cinco y fieros labradores, y una infancia primorosamente descrita en toda su intensidad. Tampoco falta la sátira social, representada en los nuevos ricos, los señores Bott (enriquecidos gracias a la invención de la salsa Bott) y su hija Violeta-Isabel, que imitan el comportamiento de la alta sociedad inglesa con resultados generalmente catastróficos.
Se reflejan y critican los valores y temas importantes del tiempo en el que se escribió, entre estos las sociedades bíblicas, los movimientos por la moderación, los autores pedantes, etc. Como es de imaginar, todos estos caen ante la ingenuidad brutal de Guillermo, incapaz de no interpretar lo que se le explica literalmente. También se tratan otros problemas de la época como los niños pobres, hijos de las masas obreras del East End londinense, con los que Guillermo entra en contacto durante sus viajes a Londres o cuando éstos visitan el campo para disfrutar de la naturaleza.
En ningún país alcanzó la serie de Guillermo tanto éxito como en la España de los cincuenta, a través de la popular colección de la Editorial Molino, ilustrada con maravillosos grabados de Thomas Henry. Es muy posible que la causa sea, según escribe uno de los admiradores de esta escritora, el filósofo Fernando Savater, que la represión de los niños durante la España franquista los llevó a identificarse con la postura rebelde y anarquista de Guillermo Brown. De cualquier forma, el escritor Javier Marías declaró que se sintió impulsado a escribir tras la lectura de, entre otros, los libros de Guillermo. Es más, entre sus aficionados se encontraba un joven John Lennon, quien, siendo niño se sintió:
Completamente identificado con la rebeldía de Guillermo, su audacia, su sentido del humor, los vuelos de su fantasía, su necesidad de ser siempre el jefe pero siempre tener compañeros, sus acciones generosas y compartidas por igual, su propensión a los errores de ortografía hilarantes y a los errores de pronunciación, e incluso su preferencia por los pieles rojas sobre los vaqueros y la adicción a tocar la armónica. Y fue William quien le inspiró a crear la primera banda de los cuatro, unidos contra el mundo.
La larga saga de Guillermo Brown se tradujo a otras lenguas y fue adaptada a la televisión; en 1969 la prensa británica calculaba que las ventas de los libros de Guillermo en el mundo habían alcanzado los nueve millones de ejemplares, comparable al éxito e impacto de sagas como las de Enid Blyton, contemporáneas de Guillermo, o Harry Potter en la actualidad.
De entre su obra para adultos, en 2001 se tradujeron al español la colección de cuentos de fantasmas Bruma (1928) y la novela de terror La morada maligna (1926). Al escribir relatos de terror cabe destacar que sigue las líneas del género marcadas por Montague Rhodes James. El dibujante Thomas Henry, que aparece en este párrafo como ilustrador de las aventuras de Guillermo, está incorrectamente referido al futbolista homónimo y el enlace remite a este último.