Álvaro Cunqueiro Mora (Mondoñedo, 22 de diciembre de 1911-Vigo, 28 de febrero de 1981) fue un novelista, poeta, dramaturgo, periodista y gastrónomo español, maestro de la narrativa fantástica y especialmente valorado como autor gallego bilingüe del siglo XX.
Fue un escritor polifacético, y su extensa obra literaria abarca los campos periodístico, poético, narrativo y teatral, así como trabajos de traducción. Dentro de una línea vanguardista publicó los poemarios Mar ao norde (1932) y Poemas do si e non (1933). Cantiga nova que se chama Riveira (1933) está escrita bajo el influjo de la lírica galaico-portuguesa medieval. En las décadas de 1940 y 1950 comenzó a centrarse principalmente en la narrativa, publicando tres novelas relevantes: Merlín e familia e outras historias (Merlín y familia y otras historias), As crónicas do sochantre (Las crónicas del sochantre) y Se o vello Simbad volvese ás illas (Cuando el viejo Simbad vuelva a las islas). Asimismo, publicó algunos libros de relatos, como Xente de aquí e de acolá y Escola de menciñeiros.
Estatua de Cunqueiro sentado, observando la catedral de Mondoñedo.
Recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1959 por Las crónicas del sochantre, traducción de la obra en gallego. En 1961 ingresó en la Real Academia Gallega. Mereció el Premio Nadal en 1968 por la novela Un hombre que se parecía a Orestes, y por Herba aquí ou acolá, una colección de poesías, el Premio Frol da agua en 1979; el Premio de la Crítica de narrativa gallega llegó también ese año, por Os outros feriantes. Como periodista, recibió el Premio Conde de Godó. En 1991 se le dedicó el Día de las Letras Gallegas.
El primer Cunqueiro fue fundamentalmente poeta, de manera vanguardista, neotrovadoresca y culturalista, y después de la guerra civil española se dedicó, sobre todo, a la narrativa y al periodismo, dejando innumerables artículos en periódicos como Vallibria, La Voz de Galicia, El Progreso y Faro de Vigo (periódico que además dirigió). De su obra teatral sobresale O incerto señor don Hamlet, príncipe de Dinamarca (1958).
Inscripciones en la tumba en el cementerio antiguo de Mondoñedo.
Fue su deseo expreso4 el que figurase como epitafio en su tumba la frase textual y en gallego «Eiqui xaze alguén, que coa súa obra, fixo que Galicia durase mil primaveras máis» («Aquí yace alguien que, con su obra, hizo que Galicia durase mil primaveras más»), que actualmente figura en su sepultura, junto con otra que reza, textualmente y en gallego, «Loubado seña Deus que me permitiu facerme home neste grande reino que chamamos Galicia» («Alabado sea Dios, que permitió hacerme hombre en este gran reino que llamamos Galicia»).