OLLERO Y RAMOS EDITORES 1999
648 pág.
'El poeta canta al pintor. El pintor dibuja al poeta. Picasso atraerá a Salmon, Apollinaire, y después a Cocteau, Éluard, Breton, Reverdy... Pero fue Max Jacob quien le hizo descubrir a Ronsard, Verlaine, Vigny, Baudelaire..., abriéndole los horizontes de la poesía a los que permanecerá sensible durante toda su vida.'