La novela se desarrolla en Zaragoza, donde un grupo de epidemiólogos se enfrenta a un misterioso brote de una enfermedad casi erradicada. Quina Larrea, la jefa del Servicio de Epidemiología, se encuentra en el epicentro de esta crisis cuando un grupo de desconocidos asalta su oficina y roba una serie de vacunas.
A partir de este momento, Quina y su equipo se ven inmersos en una carrera contrarreloj para descubrir quién está detrás de este complot y qué intenciones tienen. Mientras tanto, la enfermedad se propaga rápidamente, poniendo en peligro la vida de miles de personas.