Seguidores y testigos. Juan Maria Uriarte. Publicaciones Idatz. 1ª Ed. 2003.

Seguidores y testigos. Juan Maria Uriarte. Publicaciones Idatz. 1ª Ed. 2003.«Seguidores y testigos» no es un libro de teología del ministerio. Tampoco es un conjunto de reflexiones pastorales. Es un libro de espiritualidad. La espiritualidad de un presbítero debe asentarse en la Palabra de Dios y en la teología del ministerio que nace de ella. Debe asimismo inspirar la concreta vida pastoral de los presbíteros. Las páginas que componen esta publicación se proponen beber en el pozo de la teología aquellos rasgos de espiritualidad que rieguen nuestras actitudes y comportamientos pastorales en la presente coyuntura de la Iglesia y de la sociedad. Estos apuntes son substancialmente incompletos. Es verdad que se centran en una dimensión primordial y capital de nuestra concreta vocación: la relación con Cristo pastor. Pero el presbítero es un haz de relaciones. En torno a su relación cristológica se tejen otras relaciones que modelan su espiritualidad: la eclesiológica y la secular. Por otro lado, su triple condición teológica de servidor de la palabra, de la liturgia y de la comunidad está también reclamando actitudes espirituales coherentes con estas funciones de su ministerio. Sus mismas virtudes sacerdotales -la caridad pastoral, la esperanza, la fe, la vida orante, el celibato, la pobreza, la disponibilidad obediente- quedan «tocadas» por el ministerio y moduladas por él. Todas estas vetas de espiritualidad quedan al margen de nuestro pequeño trabajo. Ante un panorama tan amplio, limitarnos a resaltar únicamente la dimensión cristológica, por muy central que ésta sea, podría contribuir a una cierta comprensión reductiva del mismo ministerio y a una vivencia sesgada de la espiritualidad que le es propia. La visión de conjunto ayuda siempre a situar mejor todos los elementos. El lector, que dispone también de otras claves, sabrá equilibrar y enriquecer cuanto aquí se le ofrece. El autor no desiste de ir ofreciendo sucesivamente las dimensiones aquí omitidas. La Semana Nacional del Clero Argentino fue la ocasión para que me decidiera a dar forma más cuidadosa y sistemática a una porción de apuntes y esquemas que había ido elaborando durante años para Retiros, Ejercicios y Jornadas a sacerdotes de diversas latitudes. El origen de los materiales aquí formulados se deja entrever en el estilo llano y familiar, propio de la comunicación oral. En todo caso, espero que estas páginas resulten confortadoras para tantos presbíteros que viven su ministerio en condiciones sociales difíciles y en situaciones eclesiales delicadas. Me sentiré pagado si el esfuerzo de publicarlas contribuye a reavivar el carisma que recibieron en su ordenación.