Un Testigo de la Compasión de Dios. Mauricio Garrigou, Fundador de las Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión. Caminos de Compasión hoy. Texto de Conchita Urrutia. Dibujos de Antonia Mareque. 2ª edición corregida. 2000.Mauricio María Mateo Garrigou nació el 21 de septiembre de 1766 cerca de los Pirineos franceses, en el castillo de Gudanes en el condado de Foix. Pero poco tiempo después la familia se trasladó a Toulouse. A los 18 años, después de cursar brillantemente sus estudios universitarios, el joven Mauricio decide hacerse sacerdote. En 1784, ingresa en el seminario de Saint Charles de Toulouse. No mucho después estalla la Revolución francesa y se decreta la Constitución civil de clero. Mauricio se ordena sacerdote en Auch y celebra su primera misa en la Noche de Navidad de 1790.La experiencia de gozo que le invade la expresa de esta forma: “Sentí que estaba cubierto de la preciosa sangre de Jesucristo” Durante los largos días de soledad vividos en la clandestinidad, medita ante el crucifijo la Pasión de Jesús. Contempla al Dios hecho hombre que sufre y es despreciado, sostenido por la presencia de María, su Madre, que de pie junto a la cruz, comparte sus sufrimientos… Y Mauricio siente que el Calvario, en aquellos momentos, es toda Francia conmocionada por la guerra y sus consecuencias: miedo, hambre, enfermedades, pobreza…Y la Compasión que iba configurando y desbordando su corazón al contemplar a Jesucristo, encuentra su forma de hacerse acto, le orienta hacia los hermanos, los hombres y mujeres que sufrían allí, tan cerca. Esta manera de mirar, esa manera de sentir y compartir, esa manera de compadecer orienta todo su camino misionero. Esta misma mística le permitirá ejercer con valentía su ministerio durante las fuertes perturbaciones de aquella época, e involucrar en su dinamismo apostólico tanto a laicos como a sacerdotes y a Religiosas. Todos serán en la vida cotidiana, de una manera o de otra, testigos del Rostro compasivo del Padre, agentes eficaces de evangelización, formando entre ellos “un solo corazón y una sola alma”. El Instituto de las Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión, que fundó en 1817, fue la forma de dar cohesión y continuidad a este hermoso Carisma. En esta aventura Mauricio está acompañado por Juana Maria Desclaux, cofundadora y primera Superiora de la naciente comunidad.