Las imágenes de especies extinguidas, ya se trate de homínidos primitivos, dinosaurios, mamuts o tigres de dientes de sable, son cada vez más comunes en los medios de comunicación. Desde los libros ilustrados hasta el cine, pasando por revistas, exposiciones y videojuegos, la vida del pasado se nos muestra como un hecho conocido. ¿Qué sabemos realmente sobre la apariencia de esos seres que murieron hace miles o millones de años? ¿Cómo es posible llegar desde unos huesos fosilizados hasta una imagen detallada de los que fueron seres vivos?
El especialista en reconstrucción Mauricio Antón desvela un complejo proceso, que comienza en los yacimientos fosilíferos y pasa por el laboratorio paleontológico, con escalas para recopilar información adicional en la mesa de disección o en remotos espacios naturales, hasta conseguir extraer los secretos que guardan los fósiles. Técnicas de anatomía forense, morfología funcional, interpretación de rastros o animación tridimensional por ordenador se conjugan para conseguir devolver a los huesos la carne, la piel y el movimiento.