En el año 1992 la brocanteuse Aurélie Claudel compra en un mercadillo parísino un viejo cuadro sin firmar. Tras muchas pesquisas parece que podría tratarse del desaparecido Don Tancredo que Picasso pinto en 1901 para su primera exposición francesa. El lienzo sería un homenaje del genial pintor a si íntimo amigo Casagemas, que poco antes se había suicidado en París, y además el preludio a la nueva época azul del artista. Características: 346 pág. acompañadas de numerosos fotografías 14x18 cm. rústica con solapa. Primera edición. Nuevo