En 'A chamada escura dos caborcos', Xosé M. Martínez Oca explora la dicotomía entre la ciudad y el campo, lo rural y lo urbano, a través de la conciencia de un personaje que se debate en la incertidumbre. La novela, finalista del Premio Blanco-Amor en 1981, ofrece una reflexión profunda sobre la identidad y el desarraigo en el contexto gallego.