Este libro es una monografía sobre el pintor estadounidense Alex Katz, que examina su trayectoria desde sus inicios en la escena artística de Nueva York en la década de 1950 hasta su consolidación como una figura clave del realismo moderno. Influenciado por la música, la danza y la poesía contemporáneas, Katz ha desarrollado un estilo único que combina la técnica pictórica tradicional con elementos del cine, la moda y la publicidad. El libro presenta retratos icónicos de familiares, amigos y colaboradores artísticos, así como paisajes y escenas urbanas menos conocidas, ofreciendo una visión completa de la obra de este influyente artista.