En 1968, un grupo de profesores y estudiantes de arquitectura de la Yale University viajaron a Las Vegas para analizar la arquitectura de la ciudad. El resultado fue el libro 'Aprendiendo de Las Vegas', un manifiesto de la posmodernidad que revolucionó la teoría arquitectónica. El libro documenta la dispersión urbana y los métodos de representación de Las Vegas, estudiando el simbolismo de una ciudad en el desierto de Mojave, con vallas publicitarias de neón y baja densidad urbana, creando un espacio urbano de ficción. Los autores ampliaron las formas de comunicación de la arquitectura, enfocándose en lo trivial y la belleza de lo ordinario, convirtiéndose en uno de los textos más influyentes de la arquitectura del siglo XX.