Arbres ambulants es el XXVIII Premi de Poesia Joan Llacuna Ciutat d’Igualada. Un hombre camina por la calle, creyéndose capaz de tener grandes ideas, pero se distrae con cada mujer que pasa, con cada árbol y cada bici. De repente, piensa en un amigo con quien ya no se habla o en una injusticia en la oficina. Se pone nervioso y habla solo, hasta que una chica lo devuelve a la realidad. Luego, entra en una habitación y se sienta al escritorio, intentando averiguar por qué nada sale como quiere. Este poemario nace del esfuerzo de mirar la propia vida con un mínimo de abstracciones, comprobando que las preocupaciones mundanas tampoco son comunicables.