En 'Arceval y los ingleses', Salvador de Madariaga presenta a Arceval como una figura a través de la cual el autor expresa sus ideas, un alter ego con una mente activa y un agudo sentido del humor. A través de este personaje, Madariaga ofrece nuevas notas sobre Inglaterra, mezclando juego y seriedad con una facilidad pasmosa para los idiomas. Arceval, al igual que Madariaga, es un liberal que juzga cuanto vive, ve y cuenta, ofreciendo una delicia de observación y profundización en la cultura inglesa.