Este libro explora la obra de Auguste Rodin y Medardo Rosso, dos escultores impresionistas. Julius Meier-Graefe analiza sus contribuciones al impresionismo en la escultura, destacando cómo ambos artistas desafiaron las convenciones de su tiempo. El autor examina las percepciones de cada uno, ofreciendo una visión profunda de la escultura impresionista y planteando preguntas sobre el futuro de esta forma de arte en el siglo XX.