Tanya adora el ballet más que nada en el mundo. Cuando su hermana mayor, Elisa, practica las posiciones y movimientos, Tanya la imita. Aunque su madre cree que es muy pequeña para ir a la academia, una noche, después de la función de ballet de Elisa, Tanya se pone su tutú y baila ante la admiración de su familia. Esto convence a su madre de enviarla a la academia. Este cuento, con delicadas acuarelas de Satomi Ichikawa, captura el encanto y la pasión que Tanya pone en cada paso. Es un relato que tocará el corazón de quienes aman la danza.