Este libro documenta la prodigiosa década en la arquitectura de Barcelona, durante la cual la ciudad se contempló en el espejo y le gustó lo que vio. Se centra en el período de 1980 a 1992, destacando las principales operaciones arquitectónicas llevadas a cabo en la ciudad. La llegada de la democracia y los Juegos Olímpicos impulsaron la necesidad de modernizar y urbanizar Barcelona, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y adaptándola a las exigencias del siglo XXI.