En 1994, cinco años después de la caída del Muro de Berlín, Rudy W., historiador especializado en el imperio romano, es invitado a un congreso en Leipzig. Lo que debía ser una tranquila secuencia de un congreso académico se descarrila casi de inmediato. Se entera de que su exmujer, Clélia, con la que comparte un pasado de activista de izquierda, ha desaparecido. ¿Habría sido secuestrada por antiguos camaradas del grupo terrorista al que pertenecía? ¿Y quiénes son todas esas personas que se acercan a Rudy para hablarle del diputado Max Leroy, con quien trabajó en el pasado? El político está implicado en un caso de corrupción tras la compra de una refinería de petróleo de la antigua RDA. Al parecer, omitió el pago de las comisiones ilegales a antiguos agentes de la Stasi, ahora reconvertidos en mafiosos, que habían servido de intermediarios. Entre estos personajes sombríos que surgen, Bettina, una verdadera femme fatale, seduce a Rudy mientras lo amenaza. El historiador se ve así atrapado entre el presente inmediato, sus sucesivos encuentros -en gran parte alcoholizados- y reminiscencias del pasado: el encuentro con Clélia, militante de extrema izquierda en Milán, su estancia en Nueva York, su amistad con un tal Dieter, en París, y finalmente la separación de Clélia, a la que no consigue olvidar. Historia de amor, muerte y fantasmas, Bettina Eisner es ante todo una brillante novela negra, que convoca hábilmente los códigos y clichés del género para mezclarlos con el material histórico. Una novela en la línea de la película La vida de los demás, que supo combinar suspense y revelación de ciertos aspectos poco confesables de la historia reciente.