Este libro analiza el potencial global y las implicaciones de los biocombustibles para el transporte, considerando su impacto en la energía sostenible y la agricultura. Examina cuestiones complejas como el debate entre alimentos y combustibles, y se basa en estudios de países como Brasil, China, Alemania, India y Tanzania. Concluye que los biocombustibles jugarán un papel importante en el futuro energético, pero advierte sobre los riesgos asociados a su uso a gran escala, requiriendo iniciativas políticas enfocadas e inmediatas.