Este libro analiza los cambios sufridos por la religión en España, examinando la separación entre la Iglesia y el Estado desde una perspectiva sociológica histórica. También explora la secularización individual a través de datos de encuestas y estudios cualitativos, ofreciendo un mapa de la religiosidad en España y su dinámica de cambio. La obra surge de un programa de investigación exhaustivo sobre la evolución de la religión en la sociedad española contemporánea.