Este libro analiza los cambios en la concepción de la política en España durante los últimos años del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX. El sufragio universal masculino impuso nuevas dinámicas en las elecciones municipales y en la gestión administrativa. El poder local experimentó una resignificación en comparación con tiempos anteriores. Las nuevas realidades urbanas españolas hicieron necesaria la actualización de la actividad municipal decimonónica. La gestión municipal se centró en la problemática urbana y trató la ciudad como un cuerpo social, buscando mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Se analiza detalladamente estas transformaciones en ciudades como Madrid, Bilbao o Valencia, prestando atención a las formaciones liberal-republicanas y obreras como protagonistas de la movilización social, así como a las convergencias entre republicanos y socialistas y su necesidad de coalición en los comicios.