En algún lugar de una América del Sur imaginaria, tres mujeres de la misma línea parecen destinadas al mismo destino: dar a luz a una hija y nunca poder revelar el nombre del padre. Se llaman Rose, Violette y Vera Candida. Todas están enamoradas de la libertad pero propensas a la melancolía, audaces pero sujetas a las fatalidades de su sexo. Entre ellas, solo Vera Candida se atreve a pensar que un destino se rompe. Huye de la isla de Vatapuna a los quince años y parte hacia Lahomeria, donde sueña con una vida sin pasado. Un cierto Itxaga, periodista de L'Indépendant, trastornará enormemente esta esperanza. Con un tono de vitalidad inaudita, un ritmo propiamente desenfrenado y una escritura encantada. Esto es lo que se necesitaba para dar a esta fábula el alcance de una historia universal: la historia de las mujeres con sus hombres, de las mujeres con sus hijos. La historia del amor en resumen, desplazada al universo de un cuento tropical, donde Véronique Ovaldé ha reunido todos los temas -y los seres- que le son queridos.