En 'Celia en el colegio', Celia es llevada a un convento donde será educada por las monjas. Su padre, aunque apenado, cree que es la mejor opción. Al principio, Celia extraña a su familia, pero pronto se adapta y vive numerosas aventuras con sus amigas y las monjas. A pesar de los esfuerzos de las monjas por enseñarle a comportarse, Celia sigue siendo traviesa, subiéndose a torres, jugando con niños callejeros y causando desastres en la función de fin de curso.