En el encantador pueblo de Lansquenet, Vianne Rocher y su hija Anouk llegan para abrir una chocolatería frente a la iglesia, desafiando las tradiciones y costumbres locales. Vianne, con su alegría y sensualidad, posee un don especial para percibir los deseos ocultos de las personas y ofrecerles el chocolate perfecto para satisfacer sus anhelos. Sin embargo, el cura Francis Reynaud ve en Vianne una amenaza para su autoridad y la moral del pueblo, desencadenando un conflicto entre la tradición y la modernidad, el pecado y el placer. A través del chocolate, Vianne transforma vidas, desata pasiones y revela secretos, demostrando que el verdadero pecado reside en la intolerancia y la falta de amor.