En un pueblo libanés, el narrador descubre un manuscrito que relata la historia mítica de un joven llamado Tanios, su madre Lamia y el jeque Francis. La novela, ambientada en el siglo XIX, muestra un pueblo dividido por las antiguas culturas a las que pertenecen, donde señores y siervos, bandidos y amantes se entrelazan en una época de cambios y conflictos entre tradición y modernidad. Esta obra es tanto una epopeya civil como una tierna historia de amor, narrada con un estilo típico de la narrativa del Medio Oriente.