En este ensayo autobiográfico, Agnès Desarthe reflexiona sobre su relación con la lectura desde la infancia. Recuerda su dificultad inicial para conectar con los libros y cómo, con el tiempo, descubrió el placer y la importancia de la lectura en su vida. A través de sus recuerdos, la autora explora el proceso de aprendizaje de la lectura y cómo este puede ser tanto fácil como difícil, invitando a la reflexión sobre el poder transformador de los libros.