En esta conmovedora novela, Roxana Robinson aborda el tema de la adicción y explora sus efectos en los lazos familiares. Julia Lambert, una artista, pasa el verano en su antigua granja de Maine. Durante una visita de sus padres ancianos, espera mejorar las complicadas relaciones con su padre autoritario y su madre, que se está sumiendo en la niebla del Alzheimer. Pero una revelación impactante interrumpe: el hijo de Julia, Jack, ha caído en la adicción a la heroína. En sus intentos por salvarlo, Julia reúne la ayuda de su clan, pero la adicción de Jack atraviesa a la familia con una energía devastadora, arrastrándolos a todos a un mundo de confusión, miedo y obsesión.