En junio de 1965, en medio de la revolución dominicana y la ocupación militar estadounidense, un sacerdote misionero católico canadiense fue asesinado a tiros. Cuarenta años después, su sobrino regresa a la República Dominicana para investigar el crimen y su contexto. A través de entrevistas con revolucionarios, generales y familiares de las víctimas, MacKinnon descubre una historia entrelazada con la historia del Nuevo Mundo y la búsqueda de justicia social. Este libro es una mezcla de memoria, relato de viajes y thriller de misterio.