Anette Grankvist, al cumplir los dieciocho años, se prometió tres cosas: conducir una moto, comprar una casa y valerse por sí misma. Diecinueve años después, a punto de cumplir los cuarenta, solo ha conseguido apañárselas como ha podido. Cuando su hija se va a la universidad, Anette se da cuenta de que ser madre soltera sin hijos es energía femenina desaprovechada. ¡Nunca había tenido tanto tiempo libre! ¿Se apuntará a conocer hombres por Internet? ¿Le dará por el feng-shui o el punto de cruz? No, Anette retomará su lista de proyectos pendientes y empezará por el primero: conducir una moto. Esta novela es como un baño de espuma después de un día de mierda.