En Bruselas, los hilos se entrelazan y un cerdo vaga por las calles. Fenia Xenopoulou, funcionaria de la Dirección General de Cultura de la Comisión Europea, se enfrenta a una tarea difícil: mejorar la imagen de la Comisión. Para ello, encarga al ponente Martin Susman que desarrolle una idea. La idea toma forma, la forma de un fantasma de la historia que causa inquietud en las instituciones de la UE. David de Vriend se enfrenta a su muerte en una residencia de ancianos frente al cementerio de Bruselas. De niño, saltó de un tren de deportación que llevó a sus padres a la muerte. Ahora debe dar testimonio de lo que está a punto de olvidar. El comisario Brunfaut también se enfrenta a una tarea difícil. Por razones políticas, debe dejar que un caso de asesinato siga su curso; decir archivarlo sería demasiado, porque los archivos no se encuentran. Y Alois Erhart, profesor emérito de economía, debe pronunciar en un grupo de expertos de la Comisión, ante los responsables de reflexión de todos los países, palabras que podrían ser las últimas. En su nueva novela, Robert Menasse tiende un amplio arco entre los tiempos, las naciones, lo inevitable y la ironía del destino, entre la mezquina burocracia y los grandes sentimientos. ¿Y qué hace Bruselas? Busca un nombre para el cerdo que vaga por las calles. Y David de Vriend recibe un funeral que se convierte tácitamente en el funeral de toda una época: la época de la vergüenza.