En Londres, una joven solitaria busca compañía en internet, sin saber que está a punto de encontrar a su peor pesadilla. Cuando el cuerpo de Gemma Kramer, de catorce años, es hallado en una iglesia, la policía dictamina que se trata de un suicidio. Sin embargo, un testigo afirma haber visto a Gemma besándose con un hombre mucho mayor antes de que ambos desaparecieran en la iglesia. La investigación, liderada por el inspector Mark Tartaglia, revela una serie de muertes sospechosas de jóvenes en circunstancias similares, todas catalogadas inicialmente como suicidios. Tartaglia y su equipo deberán conectar los puntos entre las víctimas para encontrar a un asesino en serie con una predilección por las chicas solitarias y las alturas mortales.