En este libro, Benedicto XVI se dirige a los jóvenes para reflexionar sobre la importancia de la diversión en sus vidas. El autor explora cómo la búsqueda desenfrenada del placer puede llevar a la autodestrucción y al engaño, invitando a los jóvenes a reflexionar sobre el papel de la fe y los valores en la construcción de una cultura de vida. Una obra que invita a la reflexión sobre la juventud y su relación con la espiritualidad.