El millonario Daniel Elliott seguía siendo el responsable de que su ex mujer, Amanda, aún sintiera la atracción que desencadenó en ellos una fogosa pasión y los obligó a casarse en el pasado, cuando ella quedó embarazada. Acabaron por separarse tras las constantes intervenciones de la poderosa familia de Daniel, pero entre ellos el deseo nunca se había disipado, de tal forma que, tras un encuentro casual, terminaron en la cama. ¿Podría subsistir tan frágil unión contra los deseos de la rica dinastía Elliott?