Este libro es una retrospectiva de la obra del fotógrafo francés Robert Doisneau, conocido por su gentileza y humanidad. La obra presenta una selección inolvidable de sus imágenes, abarcando desde 1929 hasta 1992, y examina cómo su perspectiva distintiva ha producido una extraordinaria variedad de imágenes destacadas. El libro ofrece una introducción indispensable a la fotografía de Doisneau, situándola en el contexto de su tiempo.