En Drink with the Devil, nos encontramos en 1985 en la costa noroeste de Inglaterra, donde un audaz secuestro por parte de paramilitares protestantes irlandeses resulta en la desaparición de cien millones de libras esterlinas en lingotes de oro. Diez años después, con el proceso de paz estancado en Irlanda, el presidente de los Estados Unidos recibe información sobre el paradero del Irish Rose y su cargamento dorado, riquezas que pueden ser utilizadas por potencias terroristas para financiar una guerra civil irlandesa. El primer ministro británico asigna la tarea a Sean Dillon, quien deberá jugar un juego mortal del gato y el ratón con fuerzas siniestras mientras corre contra el tiempo para recuperar una vasta fortuna en lingotes de oro.